domingo, 13 de marzo de 2011

LITERATURA EGIPCIA

La literatura de Egipto tiene sus orígenes en el Antiguo Egipto y es una de las primeras literaturas conocidas. Los egipcios fueron la primera cultura en desarrollar una literatura tal y como la conocemos hoy en día, es decir, el libro.
Los primeros textos que se conservan son del año 2.700 a.C. Su escritura se basa en el jeroglífico. Destaca la piedra Rosetta que es una estela de granito negro dividida en tres zonas: en la superior esta la incripción en jeroglífico, en la central en demótico y en la inferior en griego. En las tres partes aparece el mismo texto(el Decreto de Menfis)en el cual aparecen algunos impuestos que había establecido el faraón.
La estela fue descifrada por el filólogo egiptólogo Jean-François Champollion en 1822.

Los textos más destacados del Imperio Medio son:
  1. Textos de carácter mágico-religioso (se encuentran en los sarcófagos).
  2. Himnos dedicados a los dioses y a los faraones.
  3. Textos autobiográficos, narran las hazañas de algunos personajes.
  4. Textos de carácter didáctico, el faraón enseña las artes de la guerra y del gobierno a sus sucesores.
  5. Textos satíricos, como La sátira de los oficios.
  6. Textos narrativos de ficción, destacan:
-Las aventuras de Minué.
-El relato de un náufrago.
-El relato del campesino elocuente.
-La historia del rey Khufu y los magos.

En el Imperio Nuevo se introduce la difusión de los textos a través del papiro. Destacan los extensos relatos que narran las hazañas de los últimos faraones. Estos textos iban dirigidos a las escalas más bajas de la burocracia. Además se conservan historias mitológicas.
Destaca el libro de los muertos, que es un texto funerario formado por fórmulas mágicas o sortilegios, rau, que ayudaban al difunto a protegerse en su estancia en la Duat (inframundo), a superar las pruebas establecidas por cuarenta y dos jueces en la antesala de Osiris(dios de la resurrección), y a viajar al Aarau (el paraíso).
Capítulo VII:
“Fórmula para pasar por el peligroso anillo de Apopi:
¡Oh tú, cerúlea, que arrebatas robando y que vives de los inertes! Yo no seré inerte para ti. Tu veneno no entrará en mis miembros, porque mis miembros son los miembros de Atón. Yo no soy débil para ti; el sufrimiento proveniente de ti no estará en estos mis miembros. Yo soy Atón al frente del Nun. Mi protección viene de los dioses, los señores de la eternidad. Yo soy aquel cuyo nombre es secreto, de trono más sagrado que los dioses del caos. Yo estoy entre ellos; he salido con Atón. Yo soy aquel que es examinado. ¡Soy sano, soy sano!”.
Fragmentos del Libro de los Muertos. [J. M. Serrano Delgado, Textos para la Historia Antigua de Egipto (Madrid 1993) 244-246].

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